miércoles, 17 de agosto de 2011

Bienvenidos al Norte




Acabo de llegar del País Vasco y Cantabria y tengo que confesaros que vengo encantada con su gente, sus paisajes y sobre todo con su gastronomía, es por ello que me gustaría compartir con vosotros parte de esta experiencia. Lo primero que cabe destacar es la notable diferencia con respecto al litoral mediterráneo tanto en su clima como en sus paisajes, ese verde intenso y esa temperatura tan fresca, en especial por las mañanas, aunque mi intención es centrarme quizás, en lo referente a todo lo relacionado con su cocina.


Evidentemente no puedo detallar todas esas experiencias tan deliciosas que he tenido el gusto de saborear, pero si me gustaría resaltar ciertos lugares,los cuales, me han parecido de lo más interesantes tanto por la calidez del trato de sus propietarios como por su fabulosa cocina.


Bilbao destaca por sus excelentes pintxos, eso obvio y todos lo sabemos y no hay nada mejor que callejear por el casco antiguo donde te encuentras con lugares estupendos para degustar mil combinaciones distintas de montaditos y tapas, los de Plaza nueva son geniales, pero al estar muy de moda siempre están a tope, luego recorriendo un poco el barrio, encuentras otros, como el "Kasko", donde la variedad y la vistosidad de la barra repleta de pintxos ya seduce desde el momento en el que entras.


Aparte del casco antiguo ha proliferado una zona nueva, quizás no tan conocida por el turista, que destaca, por la innovadora concepción del clásico pintxo, en especial me sorprendió el "Okela" donde probamos uno caliente de "Foie a la plancha con cebolla caramelizada" (exquisito, un clásico que no decepciona por su buena ejecución) y un sorprendente "Solomillo con crema de foie", unos pintxos sensacionales en una calle (Maestro García Rivero) donde podéis recorrer de bar en bar y disfrutar de magnificas opciones.

En San Sebastián ocurre prácticamente lo mismo que en Bilbao, aunque, no sé si será por esa maravillosa playa, que me recuerda a Valencia, o por ese encantador casco antiguo, me gustó de una manera muy especial. Destacaría (además de los consabidos pintxos), un pequeño restaurante en el que disfrutamos de un menú de degustación exquisito, muy recomendable no solo por su buen hacer, sino también por la calidez del local y el trato amable de su gerente,"La Muralla" en C/ Embeltran 3, un moderno y luminoso restaurante donde disfrutamos de un exquisito bacalao atemperado sobre piperrada y una sutil crema de ajo, unas sabrosas carrilleras y unas geniales torrijas, precedidas por una refrescante infusion de frutos rojos con helado de yogurt. En definitiva un menú correcto y muy bien interpretado, un lugar muy acogedor y amable, recomendable a cualquier amante de la buena mesa.









Una vez en zona Cántabra nos dejamos caer en un pueblecito (Villapresente), para alojarnos en "La Casona del Valle", una antigua casa de labranza de 1764, completamente restaurada para cumplir las funciones de hotel y restaurante. Por un precio más que aceptable, su gerente, Fernando Llamosas (2 veces campeón de Cantabria de Cocina Creativa y de Autor), te ofrece la posibilidad de cenar en su restaurante, degustando los platos de su extensa y original carta. El trato que recibes es, desde el primer momento, personal, familiar y excelente, el hotel es un rincón maravilloso, enclavado en un paraje privilegiado, con un comodísimo acceso a lugares como, Santillana del Mar, Comillas, San Vicente de la Barquera, Cabuérniga...Pero especialmente hay que destacar su cuidada cocina, desde el desayuno, personalizado y servido por el mismo Fernando (gracias por todo, y tambien a Jose y Javi), y acabando por la cena, donde el trato y los platos cobran protagonismo, entre las maravillas que probamos debo destacar el taco de bonito, el Carpaccio de Lechazo con Virutas de Foie y el lomo de pato con frutos rojos, y de nuevo una expectacular torrija. En definitiva un sitio ideal, ya sea para descansar, organizar tus visitas a Cantabria, y por supuesto para comer bien. unas vacaciones estupendas llenas de imágenes y sabores que dificilmente podré olvidar.





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