jueves, 27 de octubre de 2011

Spaghetti "Frutti di Mare" al aroma de Albahaca



La pasta es uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea y puede tener variedad de combinaciones. En mi cocina es un plato que no suele faltar nunca, de hecho a mi marido, Sebas, le encanta, es su plato favorito. Supongo, que en la mayoría de las casas suele ser el plato más socorrido a la hora de improvisar una receta. Combinada con carne, verdura, en ensalada y de mil formas distintas, suele ser casi siempre del agrado de la mayoría de los comensales.
Esta semana, dando una vuelta por el mercado me acerqué a la pescadería donde suelo hacer la compra, encontré unos mejillones y unas almejas que tenían un aspecto impresionante y decidí preparar esta receta, que aún no siendo algo muy novedoso, si os aseguro que el resultado de la combinación del sabor a mar junto a la pasta y ese aroma tan especial que le da la albahaca os dejará una sensación tan agradable, que no dudareis en volver a repetir.

INGREDIENTES: (2 Personas)

- 150 gramos spaghetti
- Albahaca fresca
- 300 gramos de almejas
- 100 gramos gambas peladas
- 500 gramos de mejillones
- 1 sepia pequeña
- Tomate triturado
- 1 cebolla tierna
- 1 ajo
- Vino blanco





ELABORACION:

En primer lugar pondremos a remojo las almejas en agua con sal para que vayan soltando la arena y mientras tanto, limpiaremos lo mejor posible los mejillones estirando de las barbas con cuidado y rascando la concha con un cuchillo o con un "nanas". En una cacerola, ponenos un poquito de aceite de oliva y echamos las almejas y mejillones juntos, a los que añadiremos una hoja de laurel. Dejamos que se nos abran y reservamos, eso sí una vez se hayan enfriado retiraremos algunas conchas para que nos ocupen tanto a la hora de presentar el plato, y colaremos el jugo que hemos obtenido de la cocción.

Vamos preparando el ajo, la cebolla y la albahaca, que picaremos bien finita, para que suelten bien todo su aroma. En una sartén, tipo wok pondremos un buen chorrito de aceite e incorporaremos primero el ajo e inmediatamente la cebolla, sofreimos y añadimos un poco de vino blanco dejando evaporar el alcohol. Una vez bien pochado, añadimos las gambas y la sepia, previamente troceada. Pasados 2 o 3 minutos echaremos el tomate triturado y la albahaca, y dejaremos un buen rato para que se fundan todos los aromas. Para darle más sabor a este sofrito, echaremos un poco del caldo de la cocción de las almejas y mejillones.



Con la salsa ya preparada, sólo nos queda cocer la pasta, yo he utilizado spaghetti de verduras, me gustan por su colorido, y si además aporta alguna vitamina extra, pues mejor. Cocemos el tiempo que marque el fabricante, escurrimos bien y las añadimos al sofrito, donde le damos un último golpe de calor, así conseguiremos que se impregnen de los sabores de nuestra salsa. Decoramos con unas hojas de albahaca (o de perejil) y ya tenemos listo nuestro estupendo plato de pasta marinera, el que quiera puede añadir un poco de queso parmesano, yo no lo hago, ya que por si solos tienen un sabor exquisito. Buen provecho!




jueves, 20 de octubre de 2011

Tatín de Manzana con pasta Filo.



En realidad este postre es un falso tatín. "Tarte tatín" es una variante de la tarta de manzana pero con la peculiaridad de estar al revés, manzanas debajo y la masa encima.

Existen múltiples versiones acerca de su origen, pero quizás la más aceptada se debe al despiste de una de las hermanas Tatín, Stéphanie, la cual cometió el error de cocinar más de la cuenta las manzanas que estaba preparando y decidieron para no desperdiciarlas cubrirlas con una pasta por encima y volver a hornear. Al darle la vuelta todavía en caliente consiguieron, sin imaginarselo, este fabuloso postre tan típico de la cocina francesa.

Esta receta se suele hacer con masa quebrada o con hojaldre, pero como tenía por casa un paquete de pasta filo y me dije ¿Por qué no probar un tatín diferente? Esto es lo que he preparado esta semana para darme el gustazo de saborear algo tan exquisito como éste postre.

"El espíritu de antaño en cada sabor. La cocina de hoy en cada plato". Creó que es una buena frase, un lema perfecto para este postre, y que explica mi concepción sobre la cocina en general.



INGREDIENTES: (2 Personas)

-6 Hojas pasta filo
- 2 Manzanas Golden
- Mantequilla
- Azúcar
- Canela en rama y en polvo
- Ron de caña
- Helado de vainilla con nueces macadamia
- Sirope de caramelo para decorar
- Una cucharada de Nocilla o cacao en polvo
- Una naranja

ELABORACION
:

La receta es bien sencilla, quizás lo más complicado radica en conseguir que se hagan bien las cestitas de pasta filo y que no se rompan a desmoldar.
En un vaso, calentamos en el microondas, una nuez de mantequilla junto a una cucharada de nocilla o cacao en polvo, lo removemos bien y reservamos. Extendemos una hoja de pasta filo y pincelamos con la mezcla, le rallamos por encima cáscara de naranja procurando que no caiga la parte blanca. Colocamos otra lámina de pasta y volvemos a repetir la operación. Las cortamos en cuatro e introducimos cada porción en una flanera (yo hice cuatro por si se rompía alguna), procurando no hundirlas demasiado, ésto nos ayudará a poder desmoldar mejor la masa. Si es necesario recortamos un poco los bordes.
Con el horno precalentado a 180º, las tendremos unos 15 minutos hasta que tome un color doradito.



Una vez se hayan enfriado, desmoldamos con cuidado las cestitas de pasta (ojo son relativamente frágiles) y las mantendremos en el horno para que se nos queden templadas.
Pelaremos las manzanas y cortaremos en gajos retirando el corazón. En una sartén pondremos una cantidad adecuada de mantequilla y azúcar al gusto (se puede utilizar azúcar blanca o de caña) y añadiremos las manzanas junto con un poco de ron, una rama de canela y un poco de agua. Las saltearemos durante 4 o 5 minutos hasta conseguir que queden caramelizas.
Ya tenemos lista la preparación, nos queda emplatar el postre. Introducimos las manzanas en el interior de la masa, y al lado colocamos una bola de helado de vainilla con nueces de macadamia (yo lo encuentro buenísimo) y decoramos con el sirope de caramelo, por último espolvoreamos con la canela molida y se sirve calentito.
Es una forma diferente de comer un tatín, pero el crujiente de la pasta con la manzana caliente mezclada con el helado os sorprenderá. " Bon appétit"


martes, 11 de octubre de 2011

Arroz "Regina" con Bogavante



El arroz es toda una institución aqui en Valencia, hay infinidad de propuestas para degustarlo, bien sean caldosos, como el "arros amb fesols y naps" o las típicas "calderas", melosos, mayormente de marisco o pescado, o secos, como es el popular "arroz al horno", el "arroz a banda" y por supuesto, su afamada "paella". En esta ocasión, he optado por uno de mis preferidos y que más éxito tiene a la hora de agasajar a mis invitados y es por supuesto, el "arroz con bogavante". Es un arroz meloso, sabroso, que sabe a playa, a marisco, a Mediterráneo, y os doy mi palabra que un buen arroz con bogavante en su punto, es algo sublime.

He decidido llamarlo así, (Regina) porque he conjugado diversas recetas que he ido probando y con las que finalmente he llegado a hacer una receta propia, muy mia, probando diversos condimentos y retocando ciertas formas de elaboración, dándole mi toque personal. Os lo recomiendo, probadlo y ya me contareis.



INGREDIENTES (Para 2, 3 personas):
- 1 Bogavante.
- 300 gr. de gamba mediana pelada.
- 300 gr. de Arroz Bomba.
- 1 Cebolla tierna mediana.
- 1 Tomate.
- 1 Diente de Ajo.
- Almendras fritas.
- Azafrán.
- Carne de pimiento choricero.
- Caldo de pescado
- ½ Copa de Brandy.
- Perejil picado.



ELABORACION:


Para que la elaboración del plato nos resulte más fácil, cómoda y limpia, nos aseguraremos de tener todos los ingredientes bien preparados. Para ello, picaremos la cebolla y el ajo, muy finos (para que prácticamente se nos deshagan luego en el guiso, y no se noten los trocitos), también el rallamos el tomate y lo reservamos todo, por otra parte trituramos las almendras en un mortero y les añadimos unas hebras de Azafrán, reservamos y ya podemos comenzar con la elaboración de nuestro plato.

Comenzamos cortando el bogavante, separamos la cabeza del crustáceo, cortamos las pinzas y las cascamos levemente con unas pinzas para marisco, el resto del cuerpo lo cortamos a rodajas o en dos secciones transversales, dependiendo del tamaño de éste. En una cazuela ancha pondremos a calentar aceite de oliva y pondremos a dorar el bogavante, veréis que con el calor el caparazón va tomando un color rojo intenso, y de la cabeza irá desprendiéndose parte de su jugo. En este momento podemos poner el caldo de pescado en un cazo aparte, a fuego lento, para que vaya calentándose mientras continuamos con la receta.



Una vez sofrito el bogavante, reservamos el cuerpo y las pinzas, y de la cabeza extraemos todo el coral, que unido al jugo que haya soltado, añadiremos al mortero junto a las almendras picadas. En la misma cazuela volvemos a añadir un poco de aceite, sofreímos ligeramente el ajo e inmediatamente añadimos la cebolla y lo pochamos bien todo. Llegados a este punto añadimos el tomate triturado, una pizca de sal y conjuntamente una cucharada de pulpa del pimiento choricero. Sofreímos bien, removiendo de vez en cuando y cuando el tomate comienza a tener ese color ocre tan característico de los sofritos, hacemos un hueco en el centro, añadimos el brandy, y flambeamos (tener la precaución de apagar la campana extractora y de tener una tapa a mano, por si tenéis que apagarlo), removemos bien y cuando se apague la llama añadimos las gambas peladas, dejamos unos minutos, que las gambas suelten su agua y se cuezan un poco en el tomate y añadimos el arroz, removemos de nuevo y lo sofreímos un poco, hasta que el arroz comience a transparentar.



En este momento ya tendremos el caldo bien caliente y podemos añadírselo al arroz, de esta manera no cortamos su cocción, dejamos que se cocine unos cinco minutos y añadimos el contenido del mortero, al que le habremos añadido una cucharada de caldo, para conseguir una pasta llena de sabor. Transcurridos unos otros diez minutos más, añadimos el bogavante y dejamos cocer otros tres o cuatro minutos, durante este tiempo podremos ir añadiendo caldo bien caliente, según queramos que el resultado sea más o menos caldoso. Apagamos el fuego y espolvoreamos con perejil picado, dejamos reposar y listo para servir!

Os aseguro que es muy sencillo de elaborar y el resultado es sorprendente y muy sabroso. Un lujo de plato con el que quedareis siempre muy bien con vuestros invitados. Espero que lo disfrutéis!


jueves, 6 de octubre de 2011

Templada de Bacalao con Garbanzos y Espinacas



Nos vamos adentrando en el otoño y con él, llegan los cambios de temperatura, que siempre nos dejan un poco alicaídos y faltos de energía. Somos muchos los que recordaremos al genial Popeye y sus latas de espinacas, que le proporcionaban una fuerza inigualable, este era un gran argumento, que ayudaba nuestras madres a hacernos comer estas hojas tan nutritivas, que tanto nos costaba tragar de pequeños.

Con esta receta que he preparado y para conseguir incluir tan poderosa verdura, sabiendo que posee un gran contenido en hierro y nutrientes, he incorporado otros productos que a la vez tienen beneficiosas proteínas como son las legumbres y el bacalao. Espero que si degustáis este plato, os proporcione esas fuerzas necesarias para sobrellevar lo mejor posible el cambio de estación que hemos comenzado.



INGREDIENTES: (2 personas)

- 1 bote de garbanzos cocidos.
- 1 bolsa de espinacas (si son brotes, quedan mas tiernas)
- 1 ración grande de bacalao desalado o fresco
- 1 manojo de ajetes tiernos
- Aceite de albahaca
- Piñones
- Nueces
- Crema o Glasé de vinagre de Frambuesa

ELABORACION:

Lo primero que prepararemos es un delicioso aceite de albahaca, un aliado muy útil, que siempre lo tendremos para posteriores recetas, ya sea para acompañar pescados, ensaladas, pasta, verduras.... Es muy sencillo de realizar, en un cazo con agua a punto de ebullición incorporaremos una buena cantidad de albahaca fresca y la escaldamos, apenas unos 20 segundos, e inmediatamente la pasaremos a un bol de agua fría, con unos hielos, para que no pierda la clorofila ni su color . La secamos bien y luego a la batidora añadiendo aceite al gusto, el resultado es un aceite aromatizado de un verde muy intenso.

En una sartén, más bien pequeña, con un poco aceite tostaremos los piñones y luego las nueces (os aseguro que resalta el sabor de estas), reservamos.



Por otro lado, vamos con el bacalao y, como queremos que el plato resulte lo más saludable posible, simplemente lo pasaremos por la plancha con un poco de aceite a fuego medio, no importa si se nos rompe, porqué luego lo vamos a desmenuzar.

Lavamos y pelamos bien los ajetesy por otra parte escurrimos bien los garbanzos y ya con todo preparado, en una sartén tipo wok con un poco de aceite, sofreímos los ajos tiernos con un poco de sal y pimienta, los rociamos con un poco de vino blanco y una vez que estén un ligeramente dorados, incorporamos las espinacas y los garbanzos, dándoles el punto de sal que queramos. Los mantendremos en la sartén un par de minutos y ya podemos emplatar.

Con un aro redondo, pondremos una base de la verdura y garbanzos, a continuación otro del bacalao desmigado terminando con un poco más de verdura y garbanzos. Colocamos por encima las nueces y piñones, decoramos con el aceite de albahaca y la crema de vinagre de frambuesa (es fácil de encontrar en las grandes superficies) o en su defecto una reducción de vinagre de Módena (la idea es el contraste de sabores). Y con esto el plato queda terminado, espero que sea de vuestro agrado. Hasta la próxima receta!